Simon Biles es una gimnasta artística de 27 años nacida el 14 de marzo de 1997 en Columbus y su nombre y apellido ha entrado en la historia del deporte ya que cuenta con la mayor cantidad de consagraciones tanto en mujeres como en hombres. El nombre de Biles estuvo en el foco en 2021. Los Juegos Olímpicos de
2020, que se celebraron un año después por efectos de la pandemia, tuvieron a la gimnasta en el centro luego de que anunció su retiro del evento por problemas de salud mental, lo que causó un impacto y una fuerte repercusión de su entorno y del mundo deportivo.
El antes de Simon Biles
Entre Mundiales de Gimnasia Artística y competencia de Juegos Olímpicos, Simon Biles tiene un saldo de 37 medallas, lo que significa que tiene más medallas que años de vida, y el dato es aún más sorprendente cuando tiene 27 años.
A sus ocho años incursionó en el deporte y a sus 14 ya competía profesionalmente. Para poner en contexto, la vida deportiva de una gimnasta es corta y a muy temprana edad, donde suelen empezar desde muy pequeñas y luego de los 20 años ya son veteranas.
La especialidad de Simon siempre fue salto y el salto a la élite de la gimnasia artística fue a sus 16 años, cuando ya participaba en varios Campeonatos Nacionales y Mundiales. A sus 16 años, compitió por primera vez en unos Juegos Olímpicos, siendo la primera clasificada de su país.
En aquellos juegos obtuvo cinco medallas, de las cuales cuatro fueron de oro y una sola de bronce. Con este hito de las doradas, se convirtió en la primera gimnasta en conseguirlo durante una cita olímpica.
Las situaciones que modificaron su vida
Fuera del deporte, Simon Biles, hace seis años declaró que había sido víctima de abuso sexual por parte del ex médico de la Federación americana del deporte. Luego de ese gesto valiente, varias de sus colegas afirmaron que pasaron por lo mismo.
Uno nombra el gesto valiente porque esa no fue ni será la única vez que Biles se revele ante el mundo con situaciones personales.
¿Por qué Biles marcó un antes y después en el deporte?
Más allá de sus medallas y de su festejos deportivos, que no es por minimizarlo, su máximo logro fue haberse rebelado ante el mundo y retirarse de los Juegos Olímpicos para priorizar su salud mental. La salud no solo comprende el bienestar físico sino que la cabeza también cumple su juego.
Simon Biles no fue la primera ni será la última en la historia del deporte donde justamente aquellos que lo practican salen a hablar sobre el tema. Sin embargo, por su recorrido y durante el momento que lo hizo quedará en la historia por lo que representó en esos juegos. Y por lo que pasó después.
Las palabras que rompieron el silencio determinaron que Biles no estaba pasando un buen momento y decidió priorizar su salud mental. Entre otras cosas, agregó que no tenía la misma confianza que años anteriores y por eso decidió apartarse de los juegos.
Luego de unos días, desde Tokio regresó a su país para centrarse en ella y estar con su familia. Este gesto, que parece tan simple, no fue uno más. Que una de las mejores gimnastas de todos los tiempos haya decidido cuidar su mentalidad marcó el rumbo de varios deportistas que se liberaron ante el mundo.
Otra cuestión que comentó Simon fue que sintió mucha presión. Si bien desde muy chica compite y ha ganado infinidad de títulos, la habían posicionado tan alto que las expectativas por la dorada eran más que la atleta. Y así fue.
El salto profesional en su vida fuera del deporte
La gimnasia, a diferencia de otros deportes populares, no cuenta con grandes ganancias económicas. Y a pesar de que Biles obtuvo mucho dinero con sus logros, sus beneficios económicos aparecieron fuera de las pistas, con acuerdos comerciales y sponsors que la bancaron.
Hace unos años Biles integró el podio de las mujeres deportistas mejores pagadas, con ganancias casi igualadas a las de tenistas importantes. Facebook, Visa, Uber, algunas marcas con las que colaboró la atleta americana.
Contratos millonarios que le permitieron colocarse como una profesional importante del deporte y de la vida. Y así fue el recorrido de Biles, una etapa en 2021 de la que pudo recuperarse y hace meses regresó a las pistas, donde volvió a sonreír.
Sin embargo, lo que siempre se recordará es la voz con la que se alzó en Asia para decirle al mundo que estaba bajo presión y que no podía lidiar con su cabeza. De allí, una ola de deportistas han tomado caminos parecidos y se han soltado en sus declaraciones y acciones.
Simon Biles es otro ejemplo de deportistas que han enseñado al mundo que por más logros, medallas y trofeos, a veces es más importante estar bien desde lo mental para disfrutar esas cosas.