

Juan Pablo Capello goza de un buen presente con la empresa “PAG law”, una firma de abogados que brinda servicios de asesoría legal y ayuda a las compañías a integrar el negocio en Estados Unidos, protege la propiedad intelectual y es un nexo para asegurar la financiación. Es abogado y empresario, tiene raíces chilenas pero está radicado hace unos años en USA, precisamente en Miami.
Bajo el liderazgo de Capello, muchas startups han sido abastecidas por su firma de abogados, además de ayudar a más de 30 administradores de América Latina. El chileno es uno de los abogados más influyentes latinoamericanos y ha sido reconocido varias veces por su trabajo en el campo. Ha integrado varias listas de premios y ha sido reconocido como “Abogado Líder del Año”.
Su infancia fue en Chile, aunque unos años más tarde se marchó a Puerto Rico con su familia y luego se trasladó a Estados Unidos, donde obtuvo una beca en una universidad mediante el tenis y estudió Economía y Abogacía. Desde la década del 90 que el chileno pasó por incontables trabajos y bufetes de abogados hasta el gran presente, con su propia firma.
Patagon, la primera venta y, ¿el primer arrepentimiento?
Economista y abogado tras salir de la universidad, desde pequeño que el chileno tuvo iniciativa y ganas de emprender. Cuando se “cansó” de su estadía en Chile, regresó a Estados Unidos, tuvo un tiempo en Buenos Aires y tras breves experiencias laborales, ingresó a “Patagon”, una empresa que había sido fundada por otra personas.
Con el paso de los años, fue socio y director ejecutivo de la misma, y luego llegó el Banco Santander y desembolsó más de 750 millones para comprar el proyecto. “Cuando vendimos la empresa, nos fue bien a todos, pero me di cuenta que no le habíamos mejorado la vida a nadie” recordó el empresario, sobre todo porque se le vino a la mente su abuela y las dificultades que tenía para pagar sus cuentas.
Desde ese momento, Cappello entendió que quería emprender en su vida pero con un objetivo más humano y no tan económico. A raíz de esa reflexión, junto a otro socio fundaron “Idea”, un sitio de financiamiento colectivo latinoamericano que tenía como objetivo financiar a distintas startups. Marcos Galperín, fundador de Mercadolibre, fue uno de los primeros inversionistas.
Un año más tarde, el chileno vendió su participación de la empresa con la garantía que el inversionista que quería comprar su parte pueda operar con la empresa durante los próximos cinco años. El economista reveló que el inversionista operó por más de los años establecidos.
El regreso de Capello al mundo judicial
PAG law fue fundado en 2014, un estudio jurídico de asesoría legal especializado en venture capital (capital de riesgo) y abrió sedes en Miami y New York. “Mi pasión por el derecho y las startups nació de entender que América Latina tiene un potencial increíble que aún no está completamente desarrollado” destacó el chileno acerca de sus pasiones.
PAG law nació con el fin de abastecer a las empresas latinoamericanas desde el lado legal y financiero. La firma del chileno y otro socio sirve como salvavidas para las startups que quieren integrarse en el mercado estadounidense y no tienen las suficientes herramientas. Mercadolibre y Open English son algunas de las compañías que apostaron por la asesoría legal del economista.
Los reconocimientos en el marco judicial llegaron en los últimos años para Cappello como figura corporativa y judicial, y también para sus empresas. PAG law fue nombrada como la firma latinoamericana de abogados más influyente en el nicho de capital de riesgo en los premios “Global Law Experts Awards”.
Durante más de diez años consecutivos, Cappello estuvo presente en rankings prestigiosos que reconocen a distintos abogados por su trayectoria profesional e impacto en el ámbito. El chileno fue honrado por su trabajo en “Venture Capital”
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Luego de haber pasado por varios rubros y haber fundado varias empresas, Cappello manifestó su interés por volver a su país natal: “Mi plan de vida siempre fue volver a Chile, más allá de que no es el mismo que hace diez años, pero sigo amando a mi país y tengo muchas ganas de pasar tiempo allá”.
También sigue con su objetivo de fortalecer América Latina en cuanto a la innovación y el trabajo diario: “Mi meta es ver a la región convertirse en una cuna de innovación que no solo compita, sino que lidere en el ámbito global”. La mayoría de sus firmas estuvieron impulsadas a colaborar con empresas emergentes de América Latina.
Bufetes de abogados, empresas de Venture Capital, las criptomonedas, la salud mental y el rubro de los videojuegos conforman una extensa lista de rubros por los que invirtió el chileno. Un abogado y economista formado en Estados Unidos, con una larga trayectoria en Miami y un gran poder de convicción e innovación en Latinoamérica.