
Mark Leslie James Dixon, nacido el 2 de noviembre de 1959 (65 años) en Essex, Inglaterra, es un empresario que dirige “International Workplace Group (IWG), también conocida como Regus, una empresa orientada al servicio de espacios de trabajo, “coworking”. La compañía fue fundada en Bélgica y tiene la sede principal en Suiza.
Inquieto y movedizo, el joven Dixon nunca estuvo estancado en un proyecto. Luego de haber abandonado la escuela a los 16 años, el inglés giró alrededor del mundo mientras trabajaba como barman, peón, minero y luego en el rubro gastronómico. Mark apostó varias veces por sus emprendimientos gastronómicos, aunque ninguno llegó a buen puerto tras algunas complicaciones en la logística y el suministro.
Antes de su arribo a Bruselas, Bélgica, Dixon invirtió en un negocio de sandwiches, una hamburguesería que se estiró hasta siete locales y luego quebró, un oficio como minero en Australia y como barman en Francia. Varios países y varios rubros describieron la adolescencia del inglés, que una vez instalado en el país belga comenzó a tener éxito.
¿Cómo fue el acercamiento de Dixon con los espacios de trabajo?
Muchos de los grandes empresarios viejos y de la actualidad han tenido éxito en el ambiente tras la detección de una necesidad insatisfecha en la sociedad. Eso mismo ocurrió con el inglés, una vez aterrizado en Bruselas. Mark había localizado una inquietud entre las empresas y emprendedores que buscaban espacios de oficina o de trabajo y no podrían ante los elevados contratos. Fue así como en 1989 surgió Regus, luego abreviada a IWG.
Incluso, la idea de la empresa de servicios de oficinas de trabajo surgió como un todo. Dixon, luego de observar juntas de distintos empresarios en cafeterías, dispuso de una empresa que pueda ser una oficina de trabajo con servicios, entre ellos un café, un ambiente adecuado y un espacio favorable para reuniones. Tan solo diez años después, el inglés se había vuelto multimillonario ante el éxito de su compañía.
Los últimos años de los 90 y el inicio del 2000 marcaron una montaña rusa de movimientos por parte de Regus. En el 2000, se hizo una oferta pública (IPO) en la Bolsa de Valores de Londres por la compañía, y un año más tarde, por parte de Dixon, la empresa adquirió una red de franquicias para el negocio.
El estallido de la burbuja puntocom en los 2000 generó estragos en el ámbito empresarial. Muchas empresas tecnológicas se vinieron a pique ante una sobrevaloración de compañías que no habían proyectado ganancias. En esa bolsa estuvo involucrada la empresa del inglés, que vendió el 58% de las acciones de la empresa para contrarrestar los problemas financieros. Luego de haber ingresado en el Código de Quiebres de Estados Unidos, en 2002 IWG anunció la salida ante su reestructuración.
La solución económica fue la venta de las acciones a una empresa británica. Desde ese año hasta 2008, Dixon y compañía no pararon de ascender en la cadena empresarial. La empresa reflotó sus ganancias, se alió con varias aerolíneas, un holding bancario y recuperó las acciones pérdidas en la crisis del 2002.
Viñedo y actualidad de IWG
Varios años después, la empresa está valorada por encima del millón de dólares y cuenta con más de 4000 ubicaciones de oficinas con servicios de coworking. La pandemia del coronavirus, iniciada en marzo del 2020, modificó los planes y las modalidades de los centros de la empresa. Desde el 2020, más de 900 centros se encuentran en ciudades pequeñas mientras que solo el 20% se halla en ciudades más pobladas.
A fines del 2024, Sunday Times, un periódico británico, calificó a Dixon entre las 200 personas más ricas del diario, con una fortuna cercana al mil millón de libras esterlinas. En la actualidad, la vida del empresario ha dado un vuelco importante, no solo por que tiene un 25% de las acciones de IWG, sino porque ha estado incursionando en la vitivinicultura, con su propio viñedo en Provenza.
“Pienso más en el envasado del vino. Es un mercado mucho más difícil” comentó el inglés hace un tiempo. En el presente, con su viñedo radicado en el sur de Francia, es el segundo mayor productor de vino en la región. También cuenta con algunas bodegas en Inglaterra.
Este punto del vino lo ha llamado “trabajo del sábado”. La producción de Provenza en Francia alberga más de cinco millones de unidades anuales, una cifra muy importante para la región. También hay un hotel de cinco estrellas y un restaurante que elevan la vara del lugar.
Con la producción del vino y los servicios de coworking, Mark Dixon, a sus 65 años, manifestó que todavía se encuentra en un proceso de “aprendizaje”. Mientras tanto, los números en verde respaldan sus acciones en Provenza y en los más de 4000 centros de coworking dispersados en todo el mundo.