Fundó la única compañía discográfica independiente multinacional latinoamericana. Acumula éxitos y se adelantó siempre a la tendencia en el mundo de la música.
Comenzó trabajando como DJ en la disco Bierhaus. Además de participar de grandes fiestas comenzó a trabajar en la radio Z95 gracias a un concurso de oyentes que ganó. Federico Scialabba había estado estudiando en Londres y había traído un montón de discos, cuando desde la producción de la emisora se enteraron de eso le propusieron sumarse como disc jockey. Se ganó al público más joven por su edad y frescura y así consiguió tener su primer programa llamado “Música Maestro”.
El gran salto, Radio Rock & Pop y Tripoli Discos
Un día se le cruzó Quique Prosen el director de la radio Rock & Pop y le ofreció sumarse a las noches de la exitosa emisora. Esto le permitió trabajar paralelamente en la discográfica indie Trípoli. El locutor Bebe Sanzo lo había recomendado para ese puesto de trabajo. Trípoli en ese momento era un sello dedicado al punk argentino y Federico paso a manejar las licencias internacionales de Trípoli, el área de promoción y a coordinar ciertas grabaciones. Federico propuso ideas más rupturistas para la discográfica, como por ejemplo lanzar la colección completa de llamados del Dr. Tangalanga, los dueños las aceptaron, fueron un suceso y así se asoció en ellos con nada menos que los mismísimos Walter Kolm y Sergio “Chuchu” Fasanelli.
Un nuevo desafío: MCA y Universal Music Group
Trípoli se disolvió y Federico se sumó a otra discográfica, esta vez una multinacional: MCA Records. Se convirtió primero en Director de Marketing y luego de productos estratégicos con solo 22 años. A los seis meses MCA se fusionó con Universal Music Group. “Volviendo a mi carrera, podría decir que es una larga sucesión de intentos por tratar de desafiar ciertas normas preestablecidas. Cuando trabajaba en las multinacionales, por ejemplo, el área financiera ponía especial énfasis en que “NO” se podían lanzar productos de bajo precio. Básicamente el rendimiento mínimo tenía que estar asegurado por unidad, y en estas grandes empresas ese rendimiento no se medía en porcentaje sino en valor absoluto. Si vendías a 5 o 7 peso/dólar de aquel momento no te daba el ratio de lo que había que ganar. Claramente percibí una oportunidad”, cuenta Federico.
¿Cómo nace Music Brokers? Federico Scialabba y Julian Cohen. Una vida de éxitos.
Se le ocurrió producir una línea de oferta permanente para alimentar lo que en ese momento había en Musimundo que eran unas burbujas de acrílico transparentes, ahí iban a parar los CD´s descatalogados para que la gente revolviera y se llevara lo que le gustaba. Le fue tan bien con este negocio que fundó una empresa junto a su hasta hoy socio Julian Cohen. La llamaron Music Brokers.
Siempre triunfando de la mano de Music Brokers
Con Music Brokers comenzaron a editar todo tipo de compilados que funcionaban muy bien en una época compleja de Argentina. “O hacemos algo diferente o vemos como el mercado desaparece y nosotros con él”, explica Federico Scialabba en ese momento. En 2004, gracias a la recomendación de un periodista especializado en música, nació la serie de Bossa N´Stones. El hecho objetivo es que el primer Bossa N´Stones vendió millones de discos en Argentina y millones en el mundo a través de una compleja red de distribución internacional que supieron montar sobre este exito, sumado esto a todo lo que vendió en iTunes y todo lo que sigue generando aún hoy con los streams en Spotify.
A partir de la salida de Bossa muchos quisieron replicar la idea.
Cambio de vías para Music Brokers
Cuando llegó la era digital fue una verdadera hecatombe para el mercado de la música. En 2022 Music Brokers cumplió 25 años de Desde Music Brokers comenzaron entonces a diversificar el modelo de negocio apoyándose en sus oficinas regionales con sedes en Argentina, Brasil, Chile, México y Estados Unidos. Contrataron a Ray Leone, quien era el Director de ventas de Putumayo, para ingresar en el mercado de los Estados Unidos. Migraron también rápidamente al negocio digital pero sin dejar de lado el negocio físico, el cual en la actualidad siguen desarrollando. “Somos una compañía de ideas, con productos específicos para nutrir un ecosistema virtuoso, un ecosistema que crece permanentemente y se retro alimenta. Creamos bandas de sonido para determinadas situaciones, nos infiltramos en las emociones de la gente, en los lugares, en lo que las personas reconocen y necesitan. Esa es nuestra fórmula. Hoy las personas demandan contenidos de manera vertiginosa, para ser más explícito, directamente los trituran, devoran contenidos, y nosotros nos hemos convertido en grandes generadores”, dice Federico Scialabba sobre Music Brokers.
Durante estos años trabajaron con algunos de los artistas y bandas más importantes del mundo: Kim Wilde, Gregory Isaacs, Tony Dize, Kim Carnes, Diego Torres, The Wailers, ABC, Niña Pastori, Los Pericos, NTVG, Belinda Carlisle, Sharon Corr, de The Corrs, Ali Campbell de UB40, Arcade Fire y Vampire Weekend. Por nombrar solo algunos.
“Es difícil predecir lo que ocurrirá, pero en cualquier caso el panorama es alentador. Definitivamente el negocio se va a agilizar. Y las canciones se van a transformar por completo en assets financieros porque la trazabilidad será aún mas fácil; podremos ver la evolución, el track record, cuánto recauda cada canción, todo on-line y de forma abierta y transparente. Con lo cual no me extrañaría que en algún momento tengamos un mercado de valores a base de canciones, o con un conjunto de canciones, cotizando a diario en la bolsa de valores”, explica Federico Scialabba sobre el futuro del mundo de la música.