
Rodney Kenneth Drury, nacido en Wellington, Nueva Zelanda en 1966 (59 años), es un empresario y emprendedor del ámbito tecnológico que fundó “Xero”, una compañía de servicio de software contable para pequeñas empresas. La organización cuenta con distintas sedes en diferentes países, reúne más de 4000 empleados y supera el patrimonio de 195 mil millones de dólares.
Durante su carrera profesional, Drury siempre estuvo involucrado en empresas tecnológicas orientadas al servicio de software. La primera fue Glazier Systems, una que vendió antes de la década del 2000 y provocó el ascenso en su fortuna. Advantage Group fue la compañía que adquirió por 7.5 millones de dólares el negocio del nacido en Wellington.
El interés de Rod por la programación informática comenzó en la escuela secundaria, antes de iniciar su aventura por la universidad. El neozelandés estudió comercio y administración en la Universidad de Wellington. Luego de terminar con sus estudios universitarios, ingresó a trabajar en la firma “Ernst & Young”.
Entre 1990 y 2000, el administrador fundó varias empresas, ofició como consultor y se abocó de lleno al servicio de software contable en las pequeñas empresas, luego de observar que este apartado era complicado para las compañías más chicas. Drury lanzó “Glazier Systems”, primera empresa enfocada en el software en la nube que vendió por más de siete millones y medio de dólares.
Después fundó otra empresa y fue seleccionado como director ejecutivo de otra. El nombre del neozelandés había cobrado mucho posicionamiento antes de crear su imperio tecnológico. Con el diario del lunes, Rod resaltó los desafíos que tuvo que superar como emprendedor en Nueva Zelanda: “Somos un país muy chico y es difícil ser emprendedor”.
Desafíos y Xero, el legado de Rod Drury
Luego añadió: “Hay muchísimas oportunidades porque se puede trabajar desde cualquier lugar ahora que operamos en un mundo globalmente competitivo”. Durante una entrevista, Drury hizo una analogía en la cantidad de clientes que puede absorber una empresa estadounidense durante una noche, a diferencia de una neozelandesa.
En 2006, cuando fundó Xero, Peter Thiel fue uno de los hombres claves que tejió el puente entre la empresa tecnológica de Nueva Zelanda con el mercado de Estados Unidos: “Lo más importante que nos dio (Peter) fue el acceso directo a Silicon Valley”. Esta región, ubicada al sur de la bahía de San Francisco, es una zona que reúne empresas tecnológicas, startups y compañías que emergen todo el tiempo.
Xero nació con la idea de que las pequeñas empresas puedan obstaculizar los desafíos del software mediante la contabilidad en la nube y una solución contable más eficaz. El oceánico apostó por todo y un año más tarde de su fundación, lanzó a su empresa a cotizar en la Bolsa de Valores. Sin ninguna venta en aquel primer año, logró recaudar más de 15 millones de dólares y así impulsar el negocio.
El siguiente paso importante fue la expansión internacional en 2011. Xero ingresó al mercado estadounidense y europeo y marcó el inicio de un competidor innovador en el ámbito tecnológico. En otra de sus entrevistas, Rod detalló el hilo conductor de su trayectoria: “A los veinte tuve mi experiencia profesional, a los treinta empiezas a adquirir buenos conocimientos, a los cuarenta entras en la alta dirección y a los cincuenta te centras más en cómo gestionar tu propio negocio.
También influye la cultura en la vida empresarial y Rod lo sabe y lo asume. Nueva Zelanda, un país pequeño y ubicado en Oceanía, con una fuerte presencia de las energías renovables y una fuerte lucha ante el cambio climático, “ya no es la misma de antes” según el empresario, pero aclaró que hace todo lo posible para influir. ¿El objetivo? “Llegar a cero emisiones de carbono.
La venta de Xero y actualidad
En 2023, Xero alcanzó la cifra de 4.2 millones de clientes, con una valoración de más de 10.000 mil millones de dólares australianos en el mercado. Esta cifra, sumado a la diversificación de los clientes en más de 180 países, consolidó a la empresa de Drury como un líder mundial en el rubro de tecnología y software. Previo a estas acciones, Rod había dejado el cargo de director ejecutivo en 2018 y había vendido acciones de la empresa por casi 100 millones de dólares, lo que significó una venta del 13% de las acciones.
De cara al futuro, y consolidado como un empresario líder, Rod Drury apuesta por una Nueva Zelanda más sostenible, innovadora y con compromiso social para abarcar todas las señales del medioambiente y trabajar en pos de reducir la contaminación global. Así como tuvo la visión de que iba a triunfar con Xero, piensa lo mismo de su país.
La historia del emprendedor deja en evidencia que los negocios pueden irrumpir desde cualquier parte del mundo, en este caso de Nueva Zelanda, un país muy pequeño a comparación de los grandes mercados.